¿Y tú, qué sabes de la Revolución Rusa?

"Combates de retaguardia y viejas utopías harán un buen compost"


Este año, concretamente en octubre, se cumplen cien años de la Revolución Rusa, uno de los acontecimientos más importantes de todo el siglo XX. La Revolución Rusa de 1917 supuso un cambio drástico en la forma de ver y organizar el mundo, no solo por lo que supuso para el Imperio Ruso -que se convirtió en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)- sino porque trajo consigo el primer gobierno socialista de la Historia.

La Revolución Rusa fue cambio total, principalmente para la población rusa, que pasó de ser una sociedad analfabeta, arcaica y pobre a convertirse en una potencia mundial, pero también para el resto del mundo, que vio el surgimiento de una nueva forma de ver el mundo, la sociedad, la economía, la política y la propia vida: el comunismo. Y con él, llegó también el viejo sueño de la creación de un estado socialista, obrero y de izquierdas. No fue un proceso corto o pacífico, ni mucho menos, pero consiguió que la creación de la U.R.S.S. fuera una realidad y un gran salto cualitativo en todos los sentidos para la sociedad soviética.

En primer lugar, deberíamos ponernos en antecedentes con el objetivo de adoptar una visión más periférica de este acontecimiento tan importante del que se cumple su centenario este mes.

Antecedentes y causas

En vísperas de la revolución, el Imperio Ruso tenía, aproximadamente, 170 millones de habitantes y ocupaba casi una sexta parte de la superficie terrestre mundial. En el ámbito político, el Imperio Ruso contaba con un sistema aristócrata y déspota cuyo máximo mandatario era el zar.

El zar era una “especie de semidiós”, el jefe supremo del Estado y del ejército cuyo poder era total. Hay que decir que la forma de gobernar del zar Nicolás II era la represión, cuyo principal afectado era, obviamente, el pueblo ruso.

Por aquel entonces, la sociedad rusa estaba completamente dividida. Los grandes señores burgueses y aristócratas poseían la gran mayoría de las riquezas y recursos del país y tenía un estilo de vida de lo mas ostentoso. Mientras tanto, la inmensa mayoría de la población campesina rusa vivía en la más absoluta miseria y en condiciones infrahumanas. Y es que, al tener un nivel de vida tan bajo, los campesinos no podían ser propietarios de ninguna extensión de tierra, por lo que trabajaban y labraban las grandes extensiones de los señores feudales. Es decir, mientras el zar veía a su pueblo morirse de hambre, él, vivía a cuerpo de rey” -nunca mejor dicho-.

El descontento con la burguesía y la aristocracia rusa era total en el seno de la clase trabajadora y el grado de hastío y hartazgo iba ‘in crescendo’.

Otra de las causas que condujeron al estallido de la Revolución Rusa, primero en febrero y más tarde en octubre de 1917, fue la entrada de capital extranjero en el país durante el transcurso de la I Guerra Mundial (1914-1918). Este capital se fue convirtiendo en el propietario de las fábricas y centros de producción del estado.

En este sentido, también hay que destacar el gran aumento demográfico que vivió el Imperio Ruso a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la población urbana se cuadruplicó, debido al propio desarrollo demográfico y al éxodo rural. Por otro lado, las manifestaciones y revueltas sociales por parte de los campesinos fueron aumentando exigiendo un mayor reparto de las tierras. Es decir, las protestas de la clase obrera años antes de la revolución fueron continuadas y cada vez más multitudinarias.

Por último y no por ello menos importante, llegó uno de los momentos clave contra el régimen zarista: el Domingo sangriento de 1905. Aquel día, una multitud de manifestantes se apostó frente al palacio de invierno de San Petersburgo para exigir al régimen comida y bienes, debido a la insostenible situación de pobreza. ¿Cuál fue la respuesta de régimen? Tirotear a los manifestantes, asesinando a más de 200. La consecuencia del Domingo Sangriento que mas repercusión tendría fue la aparición de los primeros 'soviets' o asambleas representativas de los trabajadores.

La(s) Revolución(es)

En primer lugar, es conveniente señalar que hubo no una sino dos revoluciones rusas. La primera tuvo lugar en febrero de 1917, que provocó la abdicación del zar y la creación de un gobierno provisional y, la segunda y más destacable, en octubre, con la revolución total por parte de los bolcheviques.

Durante los años finales del siglo XIX y primeros del XX, se articuló la oposición política al zar con el surgimiento de tres partidos políticos (Narodnik, Partido Socialdemócrata y Partido Democrático Constitucional), con ideologías e ideas totalmente opuestas pero con un objetivo común: la revolución y el derrocamiento del régimen zarista.

Hay que decir que ya a finales de 1916 la situación se volvió insostenible en todos los sentidos y en todos los estamentos sociales. El caos era total.

Las continuas derrotas militares en la IGM, junto con el desabastecimiento y escasez de bienes unido a la crisis política debida al desprestigio de la figura del zar condujeron a las denominadas “Protestas de Petrogrado”: 5 días de manifestaciones en febrero de 1917 contra la subida del precio del pan que condujeron a la abdicación del zar Nicolás II el 2 de abril del mismo año.

Como solución provisional, la DUMA, un pseudo-parlamento sin capacidad legislativa, junto con el 'Soviet' de los obreros y los soldados designaron un Gobierno provisional formado por liberales y demócratas dispuesto a asumir el control del país y aportar unos cimientos sólidos para la celebración de unas futuras elecciones. ¿Quién se puso al frente del Gobierno provisional? El Príncipe Lvov.

Se creó un programa basado en los siguientes puntos: establecimiento de un régimen democrático, introducción de algunas mejoras sociales y permanencia en la IGM. SIn embargo, se estableció un sistema de doble poder, una lucha de poderes -el 'soviet' apoyó las medidas del Gobierno pero al mismo tiempo se convirtió en el vigilante del cumplimiento de los compromisos sociales adquiridos por este- cuyo único resultado fue una constante inestabilidad política y social y unas relaciones entre el Gobierno y el 'soviet' cada vez más tensas. Durante los meses siguientes fueron alternándose diferentes gobiernos provisionales y golpes de estado y la inestabilidad era total.

La revolución no fue solo obra de los dirigentes bolcheviques, numerosos grupos sociales participaron en ella, sobretodo campesinos y obreros, pero también el ejército. Todos los meses anteriores de revueltas y protestas hicieron que la sociedad rusa quisiera cambiar la situación cuanto antes, perdiendo el miedo a lo desconocido. El sentimiento general era de enorme frustración y de necesidad de cambio.

Hasta que llegó Lenin y el partido bolchevique junto con el apoyo de la clase obrera. Lenin impuso su concepción estratégica: "la sustitución de la frágil república democrática por una dictadura revolucionaria ejercida por los 'soviets'. A finales de octubre, tras muchos enfrentamientos militares descontentos y entre mencheviques y bolcheviques y un grado de violencia y desesperación en el seno de la sociedad, Lenin, llamando a la in-subordinación armada, tomó el poder. El gobierno bolchevique, además de tomar el poder rápidamente, puso en marcha las primeras medidas de un gobierno socialista: paz inmediata, legalización de ocupaciones y tierras, etc.

La Revolución Rusa fue una revolución sin ningún tipo de "horizonte democrático". El uso masivo de la violencia no fue casual, respondía a estrategias políticas y económicas concretas. Se constituyó la dictadura del proletariado, llamado de otra forma, la organización de los oprimidos por la clase dominante para aplastar a los opresores. Sin embargo, trajo consigo el primer estado socialista del mundo y un nuevo sistema socio-político: el Comunismo.

¿Qué supusieron la Revolución Rusa y el comunismo y qué suponen actualmente?

La Revolución Rusa fue, simplemente eso, una auténtica revolución para todos. Supuso un antes y un después, un cambio total en el devenir de la Historia y un 'impasse' en la vida del ser humano. Si bien es cierto que no fue una revolución pacífica ni las formas fueron las más correctas, fue el surgimiento como fuerza del movimiento obrero y de las clases sociales más desfavorecidas. Asimismo, trajo consigo el primer gobierno socialista del mundo, un hecho de lo más significativo. Por otro lado, nació el comunismo, un nuevo sistema socio-político capaz de aportar otra perspectiva al mundo.

La llegada del comunismo también fue revolucionaria y se convirtió en el ejemplo a seguir de muchas naciones mundiales. El comunismo se adelantó a su tiempo y trajo avances de lo mas destacables en políticas sociales y en la mejora del nivel de vida de las personas. Como broche final, aunque la Historia nos ha enseñado que el comunismo puede tener aspectos negativos, debemos señalar que la Revolución Rusa fue una experiencia y un momento histórico del que el ser humano aprende, aprendió y aprenderá. Os invitamos a que reflexionéis en el centenario de la revolución que cambió la historia del ser humano.

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