Faltan solo unos días para que llegue un nuevo 8M. El Día Internacional de la Mujer, anteriormente conocido como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se ha convertido, desde hace años, en una jornada de lucha social por la igualdad que también es un día festivo. Es probable que acudas a una marcha feminista, y si no lo haces, no será por falta de convocatorias.
En todas las ciudades y provincias de España se organizan actos que reivindican la igualdad real entre hombres y mujeres y que denuncian las situaciones de desequilibrio que siguen existiendo en la sociedad actual. Por ello, si te preguntan para qué sirven las marchas feministas, la respuesta es clara: para intentar poner freno a un sistema y unas estructuras sociales que siguen dejando de lado a muchas mujeres.
La cuarta ola feminista tuvo un gran despertar en España y otros lugares del mundo a partir del año 2018, cuando las movilizaciones se multiplicaron en más de 50 países con millares de marchas de feminismo.
Desde entonces, la manifestación del 8M anual sigue generando mucha expectación y concentrando a centenares de miles de personas en todo el país. Los motivos para organizar estas marchas y otras protestas continúan siendo muy necesarios.
Todavía hoy en día las mujeres son las encargadas de los cuidados, las que renuncian mayoritariamente a avanzar en sus carreras profesionales por ser madres y están menos representadas en los consejos de administración de las empresas.
Y en materia legal, aunque no existan normativas que validen la brecha salarial, nadie puede negar que muchos de los trabajos que normalmente ocupan están peor remunerados que otros donde los hombres son más protagonistas.
Prácticamente, en todos los sectores de actividad y disciplinas existe una desigualdad efectiva en la que las peor paradas son las mujeres. El deporte es el gran ejemplo. Hace unos días, Rafa Nadal insistía en una entrevista que si Serena Williams genera más que él, claro que debería ganar más dinero que él. El manacorí obviaba que es casi imposible que una mujer genere más que un hombre en el mundo del deporte.
La selección española de fútbol femenino se ha clasificado de manera exitosa para disputar los JJ. OO. de París que se celebrarán el próximo verano. La eliminatoria frente a Países Bajos se tenía que disputar en Cádiz, en el Estadio Nuevo Mirandilla, donde habitualmente juega sus partidos el Cádiz Club de Fútbol. Finalmente, este club se negó a ceder el estadio y la RFEF tuvo que buscar un nuevo emplazamiento, el Estadio de La Cartuja, en Sevilla.
¿Podríamos imaginarnos que a la selección masculina de fútbol le cambiaran la sede de una eliminatoria para clasificarse a una gran competición dos semanas antes de disputar ese encuentro y pocos meses después de haber sido campeona del mundo?
Son solo algunos ejemplos, pero la idea está clara: las desigualdades siguen ahí —en todas partes— y, por eso, las marchas feministas siguen siendo tan necesarias como lo han sido siempre.
Tras años en la lucha, los grupos feministas tienen ya una amplia experiencia en la organización de estos eventos. De hecho, muchas acciones de protesta no se limitan exclusivamente a las manifestaciones, sino que incluyen talleres, encuentros, jornadas y actos de concienciación y sensibilización. En este sentido, para organizar una marcha feminista es importante diseñar bien cada acto.
El primer paso para organizar una manifestación, más allá de advertir a las instituciones, es elegir un recorrido que sea importante en la ciudad, por avenidas o calles conocidas en las que suele haber mucho tránsito de personas. La idea es generar interés en los viandantes y atraer a los medios de comunicación. Si es posible, se podrá cortar el tráfico rodado.
En las marchas feministas se dan cita todo tipo de colectivos: grupos locales y regionales, personas de la comunidad LGTBI, partidos políticos, sindicatos, las kellys, las trabajadoras de servicios de dependencia y los cuidados y muchos más. También van personas que no están adscritas a estos espacios y que acuden por libre. Una tarea de los organizadores es decidir quién convoca la manifestación, quién la encabeza y cómo van a ir ordenados todos estos colectivos.
Los actos para reivindicar una sociedad igualitaria son totalmente libres, cada persona o colectivo puede acudir como le plazca, pero es importante mostrar una cierta imagen de unidad. Hay agrupaciones que apuestan por la uniformidad a través de una camiseta feminista, pañuelos o cualquier otro elemento de merchandising.
Desde La Tienda Comprometida abogamos por esta idea, por eso te invitamos a conocer en nuestro catálogo algunos productos relacionados con el feminismo donde destacan varios diseños de camiseta del 8M, tote bags feminista, chapas feministas y pegatinas.
El final de las marchas siempre coincide con las lecturas de los manifiestos. Algunos de los colectivos que organizan estas actividades o que participan en ellos tienen unos minutos para reivindicar sus demandas en una plaza pública. Es importante que estos discursos sean concisos y muy llamativos, para no hacer aburrir a quienes los escuchan.
En este final de fiesta tampoco falta el ambiente de jolgorio y alegría, con batucadas y actuaciones musicales para reclamar un cambio en la sociedad desde el júbilo y la diversión.
Faltan pocos días para que llegue un nuevo 8M. Si estás pensando en organizar o acudir a una marcha feminista, hazlo con el pack completo: que no falte tu camiseta reivindicativa y tus ganas de continuar con la lucha.
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