Los Hijos del trabajo es una aportación a la reconstrucción colectiva de un pasado revolucionario que muchas de nosotras lo sentimos como un referente histórico, de luchas y resistencias, de victorias y derrotas.
Ricardo Sanz nos ofrece sus vivencias personales a través de una de las etapas más convulsas de la historia del movimiento obrero revolucionario del Estado español.
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A través de su experiencia vital podremos ver los procesos de organización y lucha del movimiento ácrata, así como, las enormes dificultades en las que se vieron inmersos a causa de la represión, el encarcelamiento, el asesinato o la propia Guerra Civil.
El relato vivencial es una herramienta clave para podernos adentrar en la cotidianidad de los procesos de lucha, nos ofrece una visión más cercana, así como la posibilidad de poder imaginarnos como se pudo alcanzar el estallido de la Revolución Social de 1936.
Los Hijos del trabajo es una aportación a la reconstrucción colectiva de un pasado revolucionario que muchas de nosotras lo sentimos como un referente histórico, de luchas y resistencias, de victorias y derrotas.
SANZ GARCÍA, Ricardo: Canals (Valencia), 5-11-1898 / Toulouse (Francia), 25-10-1986.
Hijo de obreros agrícolas, desde muy joven trabajó en una fábrica de harinas hasta su marcha a Barcelona (1916), donde ingresa en CNT, sección tintoreros del textil (su oficio por entonces), y amiga con el luego asesinado Sabater — el Tero. A partir de 1920 su activismo se acelera: conoce a Ascaso, mitinea por la comarca barcelonesa, participa en las actividades de Los Solidarios e ingresa en la cárcel (1920) durante cerca de dos años. Apenas liberado, se traslada a Zaragoza (juicio contra Torres Escartín por el caso Soldevila) y seguidamente a Francia por Barcelona para evitar nueva detención (en 1924, caídos Suberviola y Campo, es el eje del comité revolucionario en Barcelona). En París permanece poco tiempo porque no le gustó el ambiente del destierro y porque se le encargó comprar mil fusiles en Eibar-Guernica, cruza la frontera por Vera y se le detiene en San Sebastián (dos años de prisión en Madrid, donde conoce a Bajatierra, Romero, Inestal y otros). Liberado, vive en Barcelona, trabaja en la construcción (presidente del Sindicato del ramo en 1930-1931) y sufre frecuentes encierros. Con la República se convierte en uno de los mitincros oficiales de CNT (giras por Canarias —donde representó al CNT en el primer Congreso de la CNT de Canarias en abril de 1931, Alicante, País Vasco, La Rioja, Castilla, Tarrasa, Granollers, Montcada, etc. con Ascaso, Antona, Magriñá, Carreño, Durruti, García Oliver, Inestal y otros), actividad que alternaba con el trabajo en el ramo del agua, y que no le impedía participar en las sublevaciones faístas ni en la vida orgánica: delegado al Congreso de 1931 y mitinero ese año en el 1.0 de Mayo zaragozano, delegado por el Sindicato Mercantil en el Comité Nacional (vicesecretario en 1932); en diciembre de 1932, reunión con Los Solidarios para preparar la insurrección de 1933; miembro del Comité Regional en 1934, entrevista con Companys en mayo de 1934. Iniciada la guerra, desempeñó numerosos cargos: responsable de la organización de las milicias, inspector de fortificaciones de Aragón y Cataluña, jefe de la Columna Durruti (al morir el leonés, 21 de noviembre de 1936) hasta el fin de la guerra (ya como 26 División, con la que pasó a Francia tras la derrota). El destierro lo llevó al campo de concentración de Vernet (1939-1942) y luego al de Djelfa (Argelia), del que salió libre. En Argel trabajó de panadero y, por fin, en julio de 1945 saltó a Francia, por Marsella, defendió el colaboracionismo y se tornó megalómano sin, por otro lado, haberse destacado en las actividades cenetistas. En Francia vivía en la década del setenta, recordando sus viejas glorias y sus desgracias familiares. En 1974 asistió a la Conferencia de Narbona y en los ochenta, tras la fractura de CNT, siguió a los escindidos (asistió a su Congreso de 1983 en Madrid). A pesar de su pertenencia a Los Solidarios y Nosotros, a pesar de haber formado en los comités anarquistas desde 1920, estimaba mucho a Pestaña y también a Puente. Colaboraciones en CNT del Norte, ¡Despertad! de Vigo (1928), España Libre de París (1952), El Frente (1937), Solidaridad Obrera de Galicia. Autor de Buenaventura Durruti (Toulouse, El Frente, 1945), Figuras de la revolución española (1972, reedición en Barcelona, Petronio, 1978), Habla Ricardo Sanz García (si., El Frente 1938), Los que fuimos a Madrid. Columna Durruti (Toulouse, Dulaurier, 1969), La política y el sindicalismo (Barcelona, Petronio, 1978), Ruta de titanes (Barcelona, Rojo y Negro, 1933), El sindicalismo español antes de la guerra civil. Los hijos del trabajo (Barcelona, Petronio, 1976), El sindicalismo y la política. Los Solidarios y Nosotros (Toulouse, Dulaurier, 1966), Los treinta Judas (Buenos Aires, 1933).
- Autor: Ricardo Sanz
- Editorial: Descontrol
- 333 páginas
- Anexo con fotos de 14 páginas
- Tipo de producto
- Libro
- Editorial
- Descontrol