Lista de productos del colectivo Editorial La Vorágine

Editorial que nació prácticamente como un Hobby en 2015, con el tiempo ha ido cogiendo forma, personalidad y consistencia. De momento cuenta con 3 lineas editoriales, que son Textos (in) surgentes, dedicada al ensayo de agitación; Poemas (in) surgentes y Otramérica, especializada en América Latina y El Caribe y que surge por la estrecha relación con otro colectivo: Human Rights Everywhere.

Entre los titulos que destacamos de esta editorial, se encuentran algunos como: Fascismo de Baja Intensidad, Paradojas de lo cool o La tiza envenenada. Co-educar en tiempos de colapso.

Que La Vorágine tuviera su editorial parecía un resultado lógico en su devenir. ¡Una más!, sí. Pero hay cosas que nunca están de más: los amaneceres, los helados caseros, un buen poema, el roce de dos cuerpos encendidos, la llama del fuego no planificado y… y las editoriales.

Así que tenemos una editorial crítica desde el año 2015 y lo que empezó un poquito de broma y sin sistematicidad, ha ido adquiriendo personalidad propia. La editorial La Vorágine tiene, de momento,  tres líneas editoriales: Textos (in) surgentes, dedicada al ensayo de agitación; Poemas (in) surgentes, el nombre lo dice todo; y Otramérica, especializada en América Latina y El Caribe y que surge por la estrecha relación con otro colectivo: Human Rights Everywhere.

Conoce los libros que ya han nacido de este fueguito innecesario para el mercado pero fundamental para los que de él nos calentamos.

La Vorágine es un proceso mutante que nació antes de existir y que existe desde el 23 de abril del año 2013. La propia definición de lo que somos ha ido cambiando, matizándose, turbándose, porque un proceso colectivo y político no puede ser lineal si quiere evitar el dogmatismo o el ombliguismo (que no es más que un dogmatismo centrado en el estómago propio).

La Vorágine es un colectivo que anhela subvertir el orden en el que ha nacido y al que trata de sobrevivir. Conscientes de que no hay atajos y que jugamos en cancha ajena –la de la indolencia individualista- trabajamos en lo invisible y nos conocéis desde lo visible. Nacimos en un espacio-cueva en la Calle Cisneros número 15 de Santander. Podría haber sido otro lugar, pero este nos eligió. Así que allí reside una librería asociativa que es a veces un centro cultural, otras parece un espacio de agitación, algunas es un lugar de activismo y, otras puede parecer una posibilidad de cambio, de construcción de otros muchos mundos posibles.

La librería –y todo lo que hacemos- tiene un sesgo claro: la cultura crítica, la capacidad de hacer preguntas y dudar de lo que se nos presenta como “lo normal”, “lo natural”, “lo conveniente”.

Nos define más lo que no somos que lo que somos, porque quizá todavía nos falte mucho para poder imaginarnos diferentes a lo que nos han dicho que es ser. No somos capitalistas, aunque vivamos con su lodo hasta el cuello; no somos patriarcales, aunque nuestros músculos y tendones se muevan muchas veces a ese ritmo; no somos colonialistas, aunque hayamos nacido con el privilegio de la blanquitud; no somos racionalistas, porque el sentipensar nos proporciona una vida más completa, aunque al principio parezca más incómoda…

¿Como funciona? Un proyecto asociativo sólo tiene sentido si forma parte de una comunidad. Alimentar, cuidar y multiplicar esa comunidad ha sido una tarea incesante desde el primer día de existencia de La Vorágine.

Hay muchas tareas para lograr que La Vorágine funcione: el inmenso trabajo interno del colectivo que no es visible, preparar y producir la programación, gestionar la librería, provocar y mantener  las redes de colaboración, desarrollar proyectos específicos, atender a las personas aliadas, limpiar, cuidar, leer, pensar, cuidar otra vez…

Y entre todas ellas hay una un poco pesada pero que no se puede descuidar: sostener económicamente el proyecto.

El colectivo de La Vorágine cuenta con un grupo de personas voluntarias que ayudan, especialmente, en lo que tiene que ver con el Espacio de Cultura Crítica, y con un amplio número de Aliadxs que colaboran a que económicamente sea sostenible. Se trata de desmonetarizar al máximo nuestras relaciones, pero se lograr que los procesos de La Vorágine, en la medida que tengan sentido para la comunidad, no dependan de ayudas o de su éxito meramente comercial (en el caso de la librería asociativa, por ejemplo).

Convocamos a un par de asambleas completamente abiertas al año en las que puede participar cualquier personas y las que ponemos en común nuestras dudas y nuestras cuentas. La retroalimentación es fundamental para seguir caminando.

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